viernes, 17 de agosto de 2007

Nacen dos crías de uro

Dos crías de uro nacidas en cautiverio en la reserva 'Neagra', en el centro de Rumanía, atraen a los turistas que desean aprovechar la rara ocasión de ver a estos animales, cuya especie original desapareció en estado salvaje en 1783, según ha informado EFE.

'Nos sentimos orgullosos porque es algo grande tener ejemplares jóvenes en cautiverio', declaró Dumitru Voicu, director de la reserva 'Neagra', según recoge hoy la prensa rumana.

Los animales, llamados Romario y Rodita, pesan 12 kilos cada uno y podrán alcanzar hasta una tonelada el macho y más de 500 kilogramos la hembra, explicó Voicu.

El uro, un enorme toro salvaje extinto, era el animal heráldico del escudo del principado de Moldavia en la Edad Media y pobló los bosques de Rumanía hasta su extinción en el siglo XVIII.

La especie fue recreada de forma artificial en la primera mitad del siglo XX tratando de imitar las características físicas de esos grandes bovinos por medio de cruces.

A esa especia se le dio el nombre de 'uro de Heck', en honor al apellido del alemán que trató de recuperar la especie, que hoy en día se puede ver en algunas reservas y zoológicos.

En 1958 en Rumanía se crearon varias reservas para introducir esta nueva especie y repoblar la zona con ejemplares traídos de Polonia. El uro vive unos 25 años, consume 10 kilos de heno al día y 5 kilos de forraje concentrados.

viernes, 10 de agosto de 2007

Desaparece el quinto patriarca rumano


Debido a una pausa de unos días por una visita a diversas partes de las distintas Rumanias, hay que mencionar la discusión que ha generado la desaparición del quinto patriarca de la Iglesia Ortodoxa mayoritaria, Teoctist, que sufrió el pasado 30 de julio un infarto tras una intervención quirúrgica. A pesar de su feroz creencia, Su Santidad logró que la Iglesia gozara de la mayor credibilidad entre los rumanos, tras la caída del régimen stalinista orquestado por Nicolae Ceausescu.

Su vocación queda reflejada en las siguientes declaraciones: “Si alguna vez no pudiera ir a la Iglesia, entonces sentiría en mis adentros un gran dolor y, por ello, me he preparado para ir a compartir mi alegría con los creyentes. No he escatimado en mi vida esfuerzo alguno sino todo lo contrario he gastado todas mis fuerzas cuando se trató de servirle al Seňor y de reunirme con los creyentes.”

Ahora, se discute por su sucesión en el cargo y el papel de la institución en la sociedad rumana. Proliferan emisiones televisivas que debaten fehacientemente su rol, mientras que el país aún carece de unas líneas que conlleven a una mejora de bienestar entre los ciudadanos.