La convocatoria del referéndum del próximo 19de mayo para la destitución del presidente rumano, Traian Basescu, de su cargo ha salpicado en la vida política y social de los ciudadanos rumanos residentes fuera de su territorio. En España, Basescu se acercó el pasado sábado 5 para prometer a sus seguidores que seguirá ejerciendo sus obligaciones y que no permitirá que la oligarquía rumana se apodere de las instituciones. Su incesante discurso, acusado de populista, se ha parecido al de las elecciones de 2004, cuando espetaba que lucharía contra la corrupción, junto con el Partido Nacional Liberal, con la diferencia que, en este caso, se presenta solamente con su formación política, Partido Demócrata, y sin ninguna alianza.
En tierras madrileñas, el jefe del Ejecutivo rumano, acompañado de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, para sonsacarle rédito político, ha comprobado el cariño y la confianza que aún mantienen muchos inmigrantes rumanos. Un Basescu, confiado, correrá una maratón política para difundir su inocencia por las acusaciones de abuso de poder. Además, miembros de su partido han exigido al actual gobierno que disuelva el Parlamento y convoquen nuevos comicios, en el caso de que el pueblo rumano ratifique la victoria de Basescu.
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