¿Masonería rusa bajo la Operación 322?

En plena campaña de ratificación presidencial, Basescu ha abierto un nuevo campo de batalla: acusa al Kremlin de implicarse en la “Operación 322”. En una entrevista en el diario “Romania Libera”, el jefe de Estado suspendido ha pretendido dar la razón al ex jefe de los Servicios de Inteligencia Rumanio (SIE), Ion Talpes, en el que afirma que “existe una estructura externa interesada en desestabilizar Rumania”.

“Es sospechoso que un representante importante, como Alessandr Kondyakov, visitara el Parlamento dos o tres días antes del día de la votación de suspensión”, sugiere Basescu.

El jefe de Estado alude a un miembro del Kremlin con influencia en la oficina de Putin y, además, aconseja al presidente moldavo, Vladimir Voronin. A través de la firma NovoCom, ofrece asesoramiento a la Administración Presidencial de la Federación Rusa. Sin embargo, los medios rumanos resaltan que este personaje pertenezca también a la Liga Grande Masónica de Rusia y que, mediante este rol, se ha acercado a Rumania para apoyar a Eugen Ovidio Chirovici en frente de los masones rumanos.

El diario rumano “Cotidianul” ha contactado con Chirovici y ha excluido la posibilidad que el representante ruso haya visitado Rumania en las últimas semanas, aunque ha precisado que no ha sido en calidad oficial de secretario de la masonería rusa.

Esta coincidencia puede suponer un mayor apoyo a Basescu en su refrendo como presidente. Su confirmación acarearía el declive de los comunistas que, parece, aún recelan su papel hegemónico en el Estado de los Cárpatos. Si la visita del masón ruso en representación de Putin resulta ser cierta, ¿se produciría algún cambio en la política exterior rumana?