En una entrevista realizada al presidente de Rumania, publicada el 3 de enero de 2007 en el diario El Mundo, Traian Basescu lamenta la moratoria impuesta por el gobierno español y recientemente modificada, y explica que el principal objetivo del Ejecutivo consiste en atraer a los rumanos que se hallan trabajando fuera de sus fronteras.
Sus palabras alentan a los trabajadores que han tenido que abandonar sus casas, empujados por las condiciones económicas de Rumania, a retornar. Al mismo tiempo, otra nefasta consecuencia se encuentra en el desemparo de sus niños, ya que muchos de ellos se quedan en casa de familiares u orfanatos. Se calcula que los capsunarii (fresoneros) han descuidado a más de 30 mil niños. Su impactante cifra ha impulsado que el Gobierno tome las riendas para evitar que se produzca esta situación. En las televisiones rumanas, se pueden ver anuncios en los que se piden que los niños no tengan las responsabilidadse de una persona adulta.
El inquilino de palacio de Cotroceni y marinero de profesión lanzó una campaña contra la corrupción con el objetivo de cambiar una mentalidad perseguida por el soborno. Asimismo, el jefe de Estado comenta otras realidades de la Rumania pre-adhesión.
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