miércoles, 26 de septiembre de 2007

¿Existe Superman?

Los habitantes de un pueblo rumano afirman haber visto a una figura vestida de traje azul brillante cruzando el cielo. "Se veía como Súperman", dijo uno de los testigos.

La policía rumana investiga los testimonios de una veintena de personas del pueblo de Gemeni, en el condado de Mehedinti, quienes afirman haber visto a una figura parecida a Súperman cruzando el cielo.

El objeto volador aún sin identificar utilizaba un brillante traje azul, como el del superhéroe de DC Comics, informa Ananova. Los oficiales tomaron declaración a todos los testigos, cuya descripción de la figura es similar. Ion Anuta, un policía local, dijo: "hablamos con personas de diferentes edades, todos ciudadanos confiables del pueblo".

"Todos dijeron que vieron a esta extraña criatura, que voló sobre sus casas con su brillante traje azul. Vamos a ver qué sucede ahora". Constantin Toader, de 41 años, contó su experiencia. "Se veía como Súperman y volaba despacio a 90 metros del suelo, de pie. No echaba humo ni producía sonidos".

Condenado a la miseria

Artículo escrito por MARÍA R. SAHUQUILLO y publicado en el diario El País:

Fuera hace sol, pero la casa de Marian Mirita está helada. Sólo una Biblia en rumano y dos monedas de 20 céntimos sobre una de las cuatro camas que hay revelan que no está abandonada. Hace meses que cortaron la luz y el agua. No hay ropa en el armario ni fotografías o recuerdos en las paredes de ninguna de sus dos habitaciones; tampoco hay nada en la pequeña cocina. El baño está fuera, en un patio medio revestido de hierba y maleza. Esto es Prepeleac, uno de los barrios más pobres de Targoviste, una pequeña ciudad de 80.000 habitantes al norte de Bucarest (Rumania). Calles sin asfaltar en las que los taxistas no quieren entrar al caer la tarde.

Marian e Ionela no consiguieron trabajo en España y acabaron malviviendo en la calle. Su hijo Dragos, de tres años, está ahora en el hospital por una neumonía. Elvira, de 76 años, no puede parar de llorar. Con cada sollozo, su cuerpo se tambalea y su rostro, arrugado por el paso del tiempo, revela un dolor profundo. Se arregla la pañoleta con la que cubre su pelo canoso e intenta mantener la compostura. Su hijo Marian, de 44 años, salió de Prepeleac para buscar una vida mejor pero ya no volverá. El miércoles murió en España, tres semanas después de prenderse fuego ante la Subdelegación de Gobierno en Castellón. Quería volver a casa y estaba desesperado. "Yo no quería que se fuese... le avisé de que no todo allí es oro, pero no me hizo caso", se lamenta Elvira.

Marian dejó de estudiar a los 14 años para trabajar junto a su padre. Como la mayoría de los habitantes de Prepeleac, transportaban y vendían fruta con un carromato de caballos. Su madre y sus cuatro hermanas les ayudaban de vez en cuando. Más tarde consiguió trabajo en una de las fábricas de maquinaria más grandes de la ciudad. La suerte sólo le duró unos años. Su padre murió y Marian heredó el carro que había sido el sustento de toda la familia. "Es la tradición", explica Luminita, la hermana mayor de Marian.

Fue en uno de esos viajes por los pueblos para vender frutas cuando Marian conoció a Ionela, su esposa. Los dos tenían apenas 20 años cuando decidieron casarse. Después nació Izabela, que hoy tiene 17 años y que se convertiría en la niña de los ojos de su padre. Con el dinero que Marian ganaba con el carromato y los trabajos de costurera que Ionela hacía aquí y allá pudieron construirse una casa en Prepeleac. Dragos, de tres años, nació cuando ya no lo esperaban. "Quería mucho al niño. Deseaba que tuviera una vida mejor, con un piso, con un buen trabajo. Eso le ponía muy triste", cuenta Violeta, otra de sus hermanas.

Desde que nació su hijo, Marian no podía quitarse de la cabeza la idea de salir de Rumania. Los 34 lei (diez euros) que ganaba con el carromato apenas le alcanzaban para mantener a la familia. Con la ayuda que recibían del Estado para financiar los medicamentos del pequeño, enfermo del corazón, tenían lo justo para subsistir. En Rumania el salario medio es de unos 300 euros al mes, según datos del propio Gobierno. Sin embargo, un litro de leche cuesta entre 50 céntimos y un euro. Esta situación hace que muchos rumanos salgan de su país en busca de trabajo. España, donde viven unos 500.000, es uno de sus destinos preferentes.

Todo el mundo en Prepeleac conoce la historia de Marian. A nadie le extraña que el fallecido decidiese probar suerte en España. No era la primera vez que lo intentaban. Poco después de nacer Dragos, Ionela viajó a Italia. Quería conseguir trabajo en una fábrica, pero no salió bien. Así, cuando un primo de la mujer y Nicolae, el hermanastro de Marian, les hablaron de Valencia decidieron marcharse. Allí, dijeron, había un trabajo como obrero para Marian y un apartamento donde podrían vivir los cuatro. "Les habían prometido mil euros al mes", explica un vecino. Para ellos era el paraíso.

Desde entonces sólo tenían una idea en la cabeza, abandonar Rumania e instalarse en España. Muchos de sus vecinos habían hecho lo mismo antes y les había ido bien. "Nos fuimos para mejorar, no para robar ni prostituirnos. Ahora que mi padre ha muerto no sé que voy a hacer", se lamenta Izabela. Va de un lado a otro y no para de moverse y fumar. Toda la fuerza de su juventud se ha convertido en odio hacia el mundo desde el día que su padre se quemó. Izabela recuerda el día en que Marian tomó la decisión de marcharse a España.

Todo fueron alegrías en casa de los Mirita. Vendieron el carro y las pocas pertenencias que tenían y compraron cuatro billetes de autobús. Destino: Castellón. Allí, en teoría les esperaba Nicolae, el hermanastro de Marian, con el que muchos le han confundido los últimos días. "Todo era mentira. No había piso, no había trabajo", cuenta Izabela con la cabeza gacha. Lleva cuatro noches durmiendo en la sala de espera de un hospital. Parece cansada. Desde que volvieron de España, hace seis días, Dragos está ingresado por una neumonía. Su madre, Ionela, no se despega de su lado.

Ella tampoco está bien. "No quiero nada, no confío en nadie. Me habían prometido ayuda y era mentira. Ahora todo se acabó", grita. Está muy delgada y despeinada. Nerviosa, alterna el llanto con los gritos. No quiere salir de la habitación en la que Dragos está ingresado junto a otros ocho niños, y los médicos han tenido que llamar varias veces a la policía para que intente calmarla. "Mi marido no ha muerto. Está en España", dice de vez en cuando.

El paraíso que buscaban los Mirita se convirtió en un infierno. Un mes después de llegar a Castellón, Marian aún no había conseguido trabajo y su hermanastro comenzó a exigirles 400 euros para pagar el alquiler. No tenían dinero y comenzaron a recoger chatarra y a vender refrescos por la playa. "Decidimos marcharnos. No teníamos 400 euros y no íbamos a pagar eso por vivir en ese piso, era muy malo", asegura Izabela. Así fue como empezaron a dormir en la calle, a recorrer la ciudad durante todo el día tratando de ganar unos euros.

Las ilusiones se habían deshecho. El paraíso que soñaban se convirtió en un infierno y decidieron volver. Marian se sentía responsable. No tenían dinero para el viaje así que comenzaron a peregrinar por las instituciones de Castellón. Pidieron dinero para regresar a Rumania al Gobierno y a varias ONG. No obtuvieron resultado. Necesitaban 400 euros para pagar los billetes de autobús. Harto, Marian se prendió fuego a lo bonzo a las puertas de la subdelegación del Gobierno en Castellón delante de su mujer y sus dos hijos. Semanas después moría solo en el hospital La Fe de Valencia. El fuego le produjo quemaduras de primer, segundo y tercer grado en el 70% de su cuerpo.

A la familia Mirita ya no le queda nada. Antes de marcharse a España vendieron todo lo que tenían y ahora sólo les queda una casa a la que Izabela no quiere volver. Las hermanas y la madre de Marian no entienden porqué se marcharon de España y dejaron sólo al hombre. "Mi madre estaba mal allí, pensaban que iban a matarla. Además, mi hermano está enfermo. Si nos quedamos, morimos todos", asegura la chica. No pudieron aguantar y finalmente una asociación de mujeres de Valencia les pagó el viaje. Un día y medio después de su partida Marian falleció.

Ahora sólo quieren recuperar el cuerpo. Aseguran que no tienen dinero para pagar la repatriación del cadáver y tienen miedo de que sea incinerado en España. "Que nos hagan este último favor. Ya que a mi padre nadie le ayudó en vida, por lo menos que le devuelvan a Rumania", ruega Izabela. Su madre no cesa de repetir que el cuerpo de Marian debe ser enterrado junto al de su padre, donde tiene reservado un sitio. Llora y ni siquiera su hija pequeña, Violeta, logra tranquilizarla: "Mi madre sabe que es muy importante. El cuerpo debe descansar en la tierra. Cuando mi hermano llegue comenzaremos un año de luto".

viernes, 21 de septiembre de 2007

Restitución del Castillo de Bran

Los diputados rumanos han debatido la legalidad de la restitución del Castillo de Bran, comúnmente conocido como el 'Castillo de Drácula', a su legítimo propietario, Dominic de Habsburgo -por ser el descendiente del último rey de Rumanía, Miguel I- y si sobre éste está autorizado a venderlo.

El castillo de la región de Transilvania fue entregado al archiduque Dominic de Habsburgo, hijo de la princesa Ileana, en mayo de 2006. El castillo, del siglo XIV, fue confiscado por los comunistas en 1948.Dominic de Habsburgo, de 69 años de edad, se comprometió a conservar el castillo como museo hasta el año 2009. Sin embargo, el año pasado ofreció a las autoridades locales comprarlo por 80 millones de dólares (57 millones de euros), pero la oferta fue rechazada debido a su alto precio.

El diputado de la oposición Dumitru Ioan Puchianu señaló que la devolución del castillo ha sido ilegal debido a errores de procedimiento, por lo que legalmente los Habsburgo no pueden vender la propiedad. El debate parlamentario concluyó, sin embargo, sin que se realizara una votación sobre este tema.

Por su parte, los abogados de Dominic de Habsburgo difundieron ayer un escrito en el que anunciaban una demanda para exigir daños por valor de 150 millones de euros si finalmente el Parlamento votaban que la restitución y posterior venta del 'Castillo de Drácula' era ilegal.

Dominic de Habsburgo aseguró en otra misiva dirigida al Parlamento que volvía a sentir el 'temor' que vivió de niño, cuando su familia y él fueron 'expulsados' de su casa y quedaron 'en la calle en pleno invierno', e instó a los diputados a no permitir 'que tal injusticia ocurra'.

El Castillo de Bran recibe anualmente la visita de unos 450.000 turistas que acuden atraídos por la leyenda del príncipe Vlad El Empalador, en el que se inspiró Bram Stoker para escribir en 1897 su novela 'Drácula'.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Hombre-imán

Dicen que de todo hay en la viña del señor: hay gente bonita, fea, grande, pequeña... Hay quien se cree favorecido con un "magnetismo animal", pero nadie como un tal Aurel Raileanu, un hombre que vive en un vecindario de pocos recursos en la ciudad rumana de Bucarest y a quien literalmente se "le pega todo".


Según nos cuenta el periódico británico The Sun, Raileanu es como un imán gigante, que atrae toda clase de objetos metálicos, grandes y pequeños. Railenau explicó al tabloide que cuando quiere atraer un objeto, se concentra en el objeto en cuestión y deja salir un sentimiento de "atracción magnética". Eso incluye desde cucharillas hasta televisores de veinte kilogramos de peso.


Raileanu no se ha hecho examinar exhaustivamente, para empezar, dice, porque hasta los estetoscopios se le quedan pegados del pecho. Los expertos citados por The Sun opinan que su capacidad magnética desafía todas las leyes de la física y la biología, aunque en la historia ha habido otros casos como el suyo.


Está, por ejemplo, el famoso Leonid Tenkaev, un trabajador de una fábrica rusa quien, como nuestro rumano, podía atraer objetos muy pesados, una habilidad que descubrió un año después del desastre de la planta nuclear de Chernobyl. Incluso en los años noventa hubo una conferencia en Bulgaria, que reunió a cientos de "hombres y mujeres magnéticos".


Muchos de ellos hicieron carrera en el mundo del espectáculo. Aurel, por su parte, dice que ahora es cuando está pensando en explotar comercialmente su especial magnetismo. Atracción por el espectáculo. Antes el "hombre-imán" había tratado de mantener su habilidad oculta de sus vecinos por miedo a que lo llamaran bicho raro. En cambio, le había dado un uso terapéutico a su extraña habilidad, pues al parecer el magnetismo que emite su cuerpo puede ayudar en la curación de ciertos problemas físicos.


De todas maneras, Aurel anticipa que una eventual entrada a los escenarios no sería necesariamente fácil. Al menos técnicamente. Y es que si algún empresario lo quiere contactar, tendrá que hacerlo en persona: los teléfonos celulares también se le quedan pegados de la oreja, así que no los usa.

Cargo-Daca ploaia s-ar opri

He decidido compartir la melodía "Daca ploaia s-ar opri" de Cargo porque porque representa una época en la que se tuvo que trabajar mucho para aprender el rumano pero sin duda alguna, y por otras muchas razones, fue uno de los periodos más importantes y felices de mi vida, compartidos con la mujer que más quiero en este mundo. Su sonoridad me impactó tanto que provocó un giro en mi vida. Solamente hay que escucharla y disfrutarla.

Las siete maravillas de Rumania

Unos sesenta mil rumanos se han pronunciado para elegir las “siete maravillas” de Rumania. Entre ellas se encuentran: El Conjunto Brancusi de Targu-Jiu, El Castillo de la Familia de los Corvin, La Fortaleza de Alba Iulia, Las Fortalezas Dacias de los Montes de Orastie, La Ciudad Cultural de Iasi, Los Monasterios Pintados del Norte de Moldavia, El Casco histórico de Sibiu.

El Conjunto de Targu Jiu, al sur de Rumanía, fue construido por el gran escultor rumano, Constantin Brancusi, en memoria de los héroes de la Primera Guerra Mundial. Integran este conjunto: La Puerta del Beso, la Vereda de las Sillas, la Mesa del Silencio y la Columna Sin Fin – ésta última es la obra central de la creación brancusiana y símbolo de los altibajos de la vida, pero también, de la ascensión a los cielos de las almas.

El Castillo de la Familia de los Corvin, en Hunedoara, al Oeste de Rumanía, es la más imponente construcción medieval de Rumanía, y que conoció su máxima gloria en el siglo XV, fue visitado, el año pasado, por unos 160 mil turistas.

La fortaleza de Alba Iulia, en la provincia histórica de Transilvania, fue erigida entre 1714 y 1738 y tiene forma de estrella.

El Complejo de las Fortalezas Dacias de los Montes de Orastie, en el centro del país, pasó a formar parte del patrimonio de la UNESCO como símbolo de la historia europea. En el centro del mismo, se encuentra la fortificación de Sarmizegetusa, que fue capital de Dacia, reino conquistado por los romanos, en el año 106, después de Cristo, y convertido en provincia del Imperio romano.

La ciudad de Iasi se enorgullece con el Palacio de la Cultura, la sede del Metropolitano Crtistiano Ortodoxo, la Iglesia de los Tres Jerarcas, construida entre 1637 y 1639, así como con el edificio de la Universidad, inaugurado en 1860.

Los Monasterios del Norte de Moldavia, que también son patrimonio de la UNESCO, son famosos debido a sus pinturas murales, cuyos colores no envejecen y se conservan igualmente claros, como hace ahora cuatro siglos. De los mismos, cabe evidenciar ‘ el azul de Voronet , color cuyo secreto sigue sepultado en los tiempos, así como el verde de Sucevita.

La séptima maravilla, el Casco viejo de la ciudad de Sibiu, verdadera joya medieval, erigido por los colonos sajones, a partir del siglo XIII, fue designada en 2007, al lado de Luxemburgo, capital cultural europea.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Efecto llamada

En otra información aparecida en el diario ABC de Sevilla se ha vuelto a constatar la proliferación de estafas que ciudadanos rumanos están sufriendo a manos de sus compatriotas, con promesas de trabajo y alojamiento. Una vez más, las autoridades deberían tomar medidas al respecto en un fenómeno que se les puede escapar de las manos. Muchos se pueden aprovechar de la benevolencia de la embajada rumana para ayudar a los que realmente necesitan un apoyo financiero. En esta información, se relata que ya se ha dispuesto de autobús para aquellos que deseen regresar. Esto puede provocar un efecto llamada entre los muchos que también tengan el mismo objetivo: volver a casas.

Una treintena de personas han sido ahora estafadas en Sevilla, pero hay otras tantos que lo han sido en Calatayud, Zaragoza, y en otras poblaciones españolas. Y parece que esto siga si no se controla esta inmigración. A pesar de que la voz de los empresarios se haya levantado por la moratoria de trabajo en España, lo que se pretende pasa por evitar estos hechos y denunciarlos.

Un presidente de nota 7

Han pasado más de mil días desde que Traian Basescu encarara su papel más importante como jefe de Estado y sus ciudadanos siguen queriéndolo a pesar de que la prensa rumana le critica ferozmente por su estrafalarios comentarios y sus movimientos políticos tan extraños. Arrasó en el referéndum sobre su destitución como guardián del país y se ha sobrepuesto por las acusaciones de racismo y xenofobia a causa de declaraciones en las que califica a una periodista romaní de “gitana hedionda”.

El diario rumano “Cotidianul” ha realizado una encuesta en la que consigue una nota media de un 7, una calificación bastante alta para un presidente criticado desde todos los estamentos rumanos. Hay un asunto claro al respecto. Sus diatribas contra la corrupción han provocado que los ciudadanos confíen en sus palabras, puesto que se sienten cansados de sus dirigentes. Falta poco para las elecciones generales y parece que nada se moverá. Solamente hay que esperar a que la calidad de vida mejore en un estado donde aún muchos habitantes viven bajo el umbral de la pobreza.

domingo, 16 de septiembre de 2007

Rumania en Madrid

En un artículo publicado hoy en el diario de El País, se presenta una radiografía de la inmigración rumana asentada en la Comunidad de Madrid. Su lectura puede hacernos comprender una cultura cercana a la nuestra y conocer sus motivos para marcharse de un país que aún sufre la consecuencias de un estamento comunista en las instituciones rumanas.

La comunidad rumana en Madrid ya es la primera en número de extranjeros: 170.357 personas desde el pasado abril, desbancando a los ecuatorianos. En 2001 no llegaban a las 15.000 personas. Muchos, pero muy heterogéneos. Se dividen en distintas iglesias, sobre todo, ortodoxos y adventistas. Dos mundos paralelos y completamente enfrentados. Irreconciliables. Sin embargo, ambas confesiones son la principal red social y de ayuda. En los templos se cierran los alquileres y los contratos de trabajo. Los rumanos de etnia gitana, unos 20.000, son el tercer gran bloque de procedencia de ese país y son rechazados por la mayoría de los fieles de las dos iglesias mayoritarias: "No son rumanos, son gitanos".

Una Rumania distorsionada

Los salarios precarios y la situación económica insostenible tras la revolución de 1989 hace que muchos emigren a Italia y a España, por similitud cultural. El origen de su idioma es el latín y los rumanos se consideran latinos. Dicen que para ellos es mucho más fácil aprender el español que, por ejemplo, el alemán.

La mediadora social, Daniela, asegura que la imagen que se tiene en Extremadura de Rumanía está muy distorsionada, y no se ajusta a la realidad. «Muchos rumanos tienen su propio huerto y son autosuficientes. Siembran para ellos mismos. Quienes tienen una parcela de tierra no la dejan para emigrar a España, viven como pueden con lo que tienen. Pero no son gitanos. Somos diferentes hasta en la piel o en el color del pelo», comenta.

La economía rumana depende de la exportación de materias primas y productos agrícolas, aunque es uno de los principales productores de petróleo de Europa. Pero los sueldos son bajos. En Rumanía un profesor cobra 250 euros al mes y «los precios de alimentación y ropa son los mismos que en cualquier país de la UE», apunta Daniela. Es un país rico en cuanto al turismo ya que por sus tierras cruza el río Danubio, y pueden elegir entre la playa, del mar Negro, o la montaña, de los Cárpatos.




sábado, 15 de septiembre de 2007

La 'tierra de nadie' resiste más allá del río Dniester

Tiraspol es un polvorín silencioso desde 1992. Pero está ahí, en la puerta sur de la región separatista de Cisdniestria (Moldavia), un lugar al que llegar de incógnito es una misión entre lo difícil y lo imposible. Algo así como si una pareja de turistas se empeñara en hacer fotos discretamente desde los Altos del Golán (Siria).


Enmarcados entre la frontera artificial con Ucrania y la natural con Moldavia (por el río Dniester), unos 600.000 separatistas sobreviven bajo el bloqueo económico de ambas partes. Tan extrema es la situación, que el líder del régimen separatista, Igor Smirnov, aseguró que se cumplían todas las condiciones para que se declare una guerra entre ambas partes.


No sería la primera vez. La secesión de Cisdniestria se peleó desde el primer momento en que Moldavia firmó con Rusia el tratado de adhesión en la Comunidad de Estados Independientes (diciembre de 1991). Hasta junio de 1992, los militares moldavos se estrellaron contra su propia incapacidad de coordinación y la carencia de armas y municiones. En julio de 1992, un pacto entre las autoridades moldavas y las rusas permitió la creación de un Estado no reconocido por el Derecho Internacional pero apoyado por Rusia. A pesar de que Moscú nunca ha reconocido su implicación, su XIV Ejército permanece desde entonces controlando la seguridad de la región.

Durante el viaje a Tiraspol se observa la paradójica situación que sufre la región secesionista de Cisdniestria. En la mismísima plaza de Chisinau (capital de Moldavia) se ven coches con matrícula de Cisdniestria que se ofrecen para cruzar a la otra zona sin que las tropas rusas verifiquen la procedencia de los pasajeros.




El idioma es otra barrera artificial que separa a los habitantes de esta región de los moldavos. Los primeros son rusófonos por imposición de Smirnov; los segundos hablan rumano aunque lo denominan moldavo.


Ya en Tiraspol, aún se respira una nostalgia viva por la extinta Unión Soviética: ropa militar en las calles, estudiantes con la risa desgastada, la bandera rusa ondeando en el cuartel de las Fuerzas Armadas rusas... A la pregunta de cómo viven, su respuesta es: «De lo que haya, pero poco se encuentra». Las fábricas están en ruinas y la agricultura sigue siendo primitiva, mientras que prolifera el contrabando de armas y de drogas.

Palacetes gitanos de Buzescu

Adentrarse en la localidad de Buzescu, en el condado de Teleorman, a uno le sorprendería de la exuberancia de los edificios pertenecientes a “capos” de la etnia gitana rumana, que controla redes de mafia, tan indescifrables que hasta la policía rumana, en colaboración con la española y francesa, se siente incapaz de frenar. Esta lacra, que surgió gracias a la benevolencia del dictador Ceausescu, sigue imparable y está llevando a que otra parte del pueblo romaní viva en la miseria.

El diario cómico Academia Catavencu presenta un video en el que pretende mostrar la riqueza de unos a costa de otros y cómo aún el Estado se muestra impasible ante esta situación.

viernes, 14 de septiembre de 2007

jueves, 13 de septiembre de 2007

Rumania en imágenes

Presos de la cárcel de máxima seguridad de Aiud, imágenes de los últimos judíos de Maramures y otras fotografías de la vida cotidiana en una boda o en el lago negro, en Sibiu, forman parte de la exposición fotográfica organizada dentro de la programación 'Rumanía Inédita'. Las fotografías artísticas, obra de los reconocidos fotógrafos rumanos Cosmin Bumbut, Silviu Ghetie y Gicu Serban, muestran "la realidad de Rumania, más allá de la visión turística de nuestro país".

El encargado de asuntos europeos de la Embajada de Rumanía en España, Andrei Luca, afirmó que "esta exposición intenta salir de la lógica tradicional de presentar la Rumanía turística y pretende ofrecer el mensaje de que rumanos y españoles tienen las mismas preocupaciones artísticas y que Rumanía está presente en el debate cultural europeo".


Un renovador como patriarca

El obispo metropolitano Daniel, conocido por su posición ecuménica y deseo de modernizar la institución ha sido elegido nuevo Patriarca de la Iglesia Ortodoxa rumana. Daniel, de 56 años edad, era considerado el favorito para suceder al Patriarca Teoctisto, que murió el pasado mes de julio a los 92 años de edad después de permanecer durante 20 años como jefe de la Iglesia rumana. Finalmente, fue nombrado Patriarca en detrimento del conservador Bartolomeu Anani, en una elección resuelta en segunda vuelta por el Colegio Electoral de la Iglesia con 95 votos frente a los 66 logrados por Anani.

Las campanas de la iglesia del palacio patriarcal doblaron para anunciar que se había elegido al nuevo líder de la Iglesia Ortodoxa rumana, a la que pertenece el 80 por ciento de la población del país.El Patriarca Daniel aseguró tener "el deseo de servir a la iglesia como lo hizo Teoctisto, quien nos dejó una rica y luminosa herencia que debemos conservar, alimentar y cultivar". Además, llamó a los rumanos a "amar la iglesia y al país para ayudarnos", ya que subrayó "necesitamos vuestra cooperación".

Daniel fue uno de los miembros fundadores de un grupo que abogaba por la renovación de la Iglesia Ortodoxa, aunque este movimiento fue disuelto después de que Daniel fuera elegido obispo metropolitano de Iasi, un importante paso que tradicionalmente ha servido para convertirse en Patriarca.

Abuelo espía

Estremecedor el relato de la historia elaborada por un periodista, seguramente rumano, de la Agencia France Press. La conmovedora historia de una joven rumana sobre su abuelo describe el aislamiento de un país cuando cayó bajo un régimen estalinista. El espionaje fue de tal manera que la gente desconfiaba entre sí, legado que aún continúa en su mentalidad.

Durante más de la mitad de su vida, Cora Motoc se preguntó cómo su querido abuelo sobrevivió la era comunista. Hace pocos días finalmente atisbó la realidad cuando leyó el legajo del abuelo en los archivos de la policía secreta. Descubrió, entre otras cosas, que hasta su peluquero lo espiaba.

Mientras revisaba el legajo de 214 páginas que la policía secreta tenía sobre el maestro de escuela y director teatral aficionado Dumitru Motoc, la mujer descubrió que el espionaje había infiltrado cada detalle de su vida.

Estaban los actores resentidos de no conseguir un papel en una de sus producciones. Los jubilados aficionados al ajedrez reunidos en un club social cuyas conversaciones eran escuchadas por la policía secreta. El peluquero que anotaba sus impresiones sobre Motoc después de afeitarlo.

Más difícil de digerir fue enterarse de que el mismo Motoc había sido informador, uno de los mucho de la red de posiblemente millones de espías que vigilaban a una población de 23 millones de personas hasta que el comunismo se desplomó en 1989. "Me dejó un sabor amargo que él tuviera que hacerlo", dijo. "Lo consideraba una persona de moralidad y principios. Siempre discutía por principios".

El hallazgo cambió su visión del mundo. Cora Motoc, activista por reformas democráticas que maduró después de la caída del comunismo, había sentido desdén por los informadores de esa era. Pero la noticia de que el abuelo que idolatraba había sido también espía le hizo comprender la situación que la gente ordinaria tenía que sobrellevar durante la era soviética, y le hizo preguntarse qué habría hecho ella misma.

"Yo era más radical antes de leer su legajo. Estaba dispuesta a levantar un dedo acusador, pero la situación resultó sumamente compleja e intrincada", dijo la mujer de 29 años después de pasar cuatro horas leyendo el legajo.

"Realmente no puedo juzgarlo porque no sé qué habría hecho en su lugar", dijo, y conjeturó que su abuelo se vio "obligado por las circunstancias".
Los archivos secretos habían estado ocultos desde la caída del comunismo y sólo recientemente se abrieron al público. Ahora un alud de rumanos está escudriñando el pasado para saber lo que sus vecinos, amigos y aun familiares decían de ellos a las autoridades.


La apertura de los archivos ha reabierto viejas heridas y ha planteado interrogantes morales acuciantes: ¿acaso los rumanos realmente quieren exponer sus cónyuges e hijos a los rumores alimentados a las autoridades durante toda una vida? ¿Es confiable la información de los legajos? Y, de ser así, ¿vale la pena aprender la verdad sobre aquellos en quienes uno confiaba?

Las revelaciones ya han dividido familias y destruido amistades, una medida del trauma que enfrenta la nación con la apertura de los 1.300.000 legajos de la policía secreta. Otras ex naciones comunistas abrieron sus propios archivos de la policía secreta hace años. El legajo 1161919 comienza en 1942, siete años antes de que Motoc fuera arrestado y enviado a la cárcel por supuestamente haber sido miembro de la Guardia de Hierro, facista, sobre la base del testimonio de un informante. Termina unos pocos meses antes de su muerte en 1985.

Motoc, que enseñaba lengua rumana, fue uno de los millones de rumanos que espiaba y era espiado por un régimen que consideraba enemigos a sus ciudadanos, por lo que creó un ambiente de temor y desconfianza. La Securitate fue creada sobre el modelo de la NKVD soviética, antecesora de la KGB.



La joven rumana cree que su abuelo fue reclutado después de haber sido encarcelado en 1949 como prisionero político en un gulag comunista en Pitesti. Salió de la prisión ocho meses después con un peso de apenas 45 kilogramos pese a su 1,83 metros de altura.

Era habitual que los prisioneros políticos firmasen un juramento de convertirse en informantes después de salir de la cárcel, o que prometieran informar a cambio de ser liberados antes. Los que no lo hacían seguían presos durante años o morían debido a condiciones extremas.

El compromiso del informante se mantenía hasta su muerte, y los mismos espías solían ser vigilados. En determinado momento, se cree que uno de cada cuatro habitantes era informador. "Era insidioso, absurdo. Era a escala nacional. Todos espiaban a todos. Se informaba sobre cualquier pequeñez", dijo la mujer. "Es como escuchar chismes y anotarlos en un diario".

El legajo de su abuelo contenía los nombres de varios informantes, incluyendo uno llamado "Teddy" que lo espió durante décadas. Motoc dijo que descubrió muy poco en el legajo sobre las propias actividades de espionaje de su abuelo. En el laberinto kafkiano de la burocracia totalitaria había funcionarios que evaluaban las habilidades del informante y un superior que decidía el curso de acción.

Las absurdidades del sistema se hicieron patentes con los informes del barbero, un poeta frustrado que trataba de convencer a Motoc que tomase en serio sus escritos pese a que tenía faltas de ortografía y su puntuación era insegura. El funcionario comenta al margen que las condiciones mentales del peluquero "parecen cuestionables" y sugiere su destitución. Pero es contradicho por su superior que escribe: "Aun así, siga vigilando su poesía".

Motoc se siente aliviada de haberse enterado de la verdad un año más tarde de haber solicitado leer el legajo de los Archivos para el Estudio de la Seguridad, que tiene dos millones de legajos. Pero su reacción general es de desdén por el sistema.

"Es su mezquindad. No puedo creer que la Securitate estuviese espiando a un puñado de viejos jubilados que jugaban ajedrez en un club porque se insinuó que habían tenido vínculos con la Guardia de Hierro", dijo la mujer, que coordina un programa de reformas democráticas y justicia para una organización no gubernamental alemana.

Los capítulos más largos están dedicados al hijo de Motoc, el respetado dramaturgo Doru Motoc, y a un incidente en el que éste fue invitado a Francia para visitar a un familiar a fines de la década del 70. La Securitate dijo que le extendería un pasaporte pero sólo con la condición de que prometiese espiar a los disidentes rumanos allí. Al parecer se negó y se quedó en Rumania.

El marido de Motoc, Radu Motoc, que la acompañó a los archivos, dijo que la calidad de la información degeneró a medida que declinaba el comunismo. "En los años 50 los informadores escribían sobre gente 'burguesa' o 'enemiga del estado'. Al llegar a los 80, reportaban sobre lo que Motoc usaba, cómo hablaba, y el hecho de que siempre iba al restaurante con su esposa y no con otra mujer", observó.

Junto con la pareja había más de 20 personas atestando un cuarto en los archivos un día reciente, en su mayoría ancianos. Se oyó que uno murmuraba: "No quiero leer esa basura sobre amigos informando sobre mí".

Motoc prefiere atesorar la imagen de su abuelo como un patriarca bondadoso en la ciudad sombría de Ramnicu Valcea donde vivía la familia. "Al final lo que cuenta son mis recuerdos sobre el abuelo", afirmó. "Verdaderamente puedo depender de ellos".

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Revolutia Romaneasca 1989

Melodia Inima romanului

La UE necesita oxígeno desde Rumania

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, vociferó la pasada semana en el Parlamento rumano que Bucarest debe continuar con las reformas pero también resaltó que el país balcánico juega un papel vital en la configuración del futuro de la Unión Europea. Ya iba siendo hora de que un dirigente europeo se rindiera y se dejara de pamplinerías. Desde que Rumania ingresó al club de los Veinticinco, solamente se recibían críticas por la gestión del Ejecutivo. Ahora, Barroso aterrizó para transmitir un mensaje claro y conciso: os necesitamos para conformar una Europa que avanza.

“Los Parlamentos nacionales, inclusive el rumano, jugarán un papel cada vez más importante en la configuración del futuro de Europa. Las elecciones para el Parlamento Europeo juegan un papel importante en la difusión del mensaje sobre el papel de Rumanía en Europa. La expansión ha demostrado que es un factor esencial de potencia para Europa”, apuntó Barroso.

Y alertó de la corriente de euroescepticismo que está desembarcando en tierras rumanas, de manera que pidió a los parlamentarios que dejaran sus diatribas y se concentraran en presentar a la opinión pública los beneficios reales de la integración. Además, el alto representante europeo espera que también los parlamentarios rumanos utilicen un mecanismo ya utilizado por otros legislativos europeos, el de colaborar directamente con la Comisión Europea en la redacción de las leyes autóctonas.






Sin embargo, Barroso se negó a contestar a varias preguntas del espectro político rumano como la intención del presidente rumano de organizar, paralelamente con las elecciones del mes de noviembre para el Parlamento Europeo, un referéndum sobre el reemplazo del escrutinio en las listas electorales con el voto uninominal. Sin embargo, en una entrevista que concedió a Radio France International, Barroso expresó su esperanza de que las elecciones representarán una oportunidad para hablar de cuestiones europeas, pese a que también en otros países semejantes debates están contaminados por cuestiones de política interna.

En el discurso, se refirió también al futuro europeo de la República de Moldavia, país vecino donde la mayor parte de la población habla el rumano. Barroso dejó entender que, actualmente, este país no está preparado para llegar a ser candidato a la adhesión. Es algo que ya se sabía y que, seguramente, no desanimará a los políticos rumanos quienes seguirán defendiendo la causa de Moldavia.