miércoles, 3 de septiembre de 2008

Inmigraciones paralelas

Las similitudes culturales entre España y Rumania van más allá del caracter latino. El fenómeno de inmigración que España vivió y que ahora está sucediendo en el país balcánico debe vincularnos aún más, sobre todo debido a sus paralelismos. La difusión de la película “Un Franco 14 pesetas” del director y actor Carlos Iglesias en Bucarest, en la que se revive la experiencia agridulce de los españoles que se vieron obligados a emigrar a Europa en los años cincuenta y sesenta, ha incitado al Gobierno rumano a pedir a este director que elabore un documental sobre la inmigración rumana en España.

La película, que se iniciará a rodar a lo largo de septiembre, tendrá como escenarios ambos países. También se combinarán personajes reales de inmigrantes rumanos con escenas del primer documental del cineasta español. Este cortometraje pretende establecer un paralelismo entre lo que pasó con los españoles en los años cincuenta y sesenta y lo que está sucediendo con los inmigrantes rumanos. Sus pequeñas historias, sus peripecias, sus éxitos y fracasos y sus decepciones se presentan a través de un juego de sensibilidades y “no de sensiblerías” como precisa Iglesias.

Para el director, Rumania se parece hoy mucho a la España de hace unas décadas, “una sociedad que pasa de un régimen dictatorial a otro democrático y que está a punto de ser miembro de pleno derecho en la Unión Europea,” de modo que “podríamos ser un buen ejemplo para ellos.”

Iniciativas de este tipo ayudan a comprender mejor los sufrimientos de otros pueblos y a recordar lo que también padecimos, ya que parece que a muchos se le han olvidado su historia. “El olvido está lleno de memoria,” reza uno de los libros de Mario Bennedetti, por ello hay que recordarlo de vez en cuando.

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