viernes, 5 de septiembre de 2008

Ojo con los osos!

Alrededor de 600 sensores se instalarán en los árboles y postes de electricidad para crear una "barrera de electricidad" dentro del proyecto "Alto a la invasión de los osos" de los centros urbanos de Rumania.

Esta iniciativa consiste en una barrera protectora que funciona basada en los ultrasonidos, instalada en las faldas de la montaña Tampa a lo largo de 12 kilómetros, para proteger el centro histórico de Brasov y el barrio próximo, Racadau, el más visitado por los animales que buscan comida en los cubos de basura de esta ciudad y ponen en peligro la vida de los habitantes, según informa EFE.

La presencia de los osos en Brasov se utiliza como reclamo turístico por los taxistas de la localidad que suelen llevar a sus clientes para ver el espectáculo nocturno de los animales. Incluso, varios osos tienen nombre y se comportan como si hubiesen sido domesticados, hasta el punto que toman dulces de las manos de la gente.

Pero el exceso de confianza puede provocar sustos. Los osos que entran con mayor frecuencia en zonas urbanas para buscar comida, hirieron y mataron tan solo este año a varias personas en la región montañosa de Rumanía. Un joven murió hace pocas semanas cerca del centro de la ciudad, atacado por un oso, mientras que en abril pasado una osa logró entrar en una casa en pleno centro de Brasov en búsqueda de comida.

El año pasado una turista estadounidense de 30 años falleció al ser atacada por un animal cuando trataba de fotografiarlo. En octubre de 2006 dos personas fueron matadas y otras ocho resultaron heridas en el barrio Noua de Brasov. "Los osos son cada vez mas peligrosos y las únicas medidas que se han tomado han sido la de trasladar a varios animales capturados a reservas o llevarlos más lejos hacia los bosques", señaló el alcalde de Brasov, George Scriparu.

En Rumanía hay unos 8.000 osos que viven sobre todo en los Cárpatos, de ellos unos 900 en los alrededores de Brasov. El Ministerio de Agricultura autoriza que unos 330 animales sean abatidos cada año por los cazadores.

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